El cuento fue tan exitoso que, a los pocos años de haber sido escrito, en 1864, fue transformado en ballet por Arthur Saint-Léon con música de Cesare Pugni. Desde entonces otros coreógrafos lo han llevado al escenario, como el célebre Marius Petipa, y las compañías de danza de diversas partes del mundo lo siguen incluyendo en su repertorio. En 1947 se realizó un cortometraje de dibujos animados basado en el cuento y, en 1975, un largometraje. Ha sido traducido a numerosos idiomas e ilustrado por muchos artistas de todo el mundo, de modo que el caballito jorobado vive en el imaginario internacional desde hace 175 años.